jueves, 3 de julio de 2014

CORRIENTES PEDAGÓGICO-MUSICALES SIGLOXX

Como bien os dije el otro día, este post irá dedicado a las corrientes pedagógico-musicales del siglo XX. En mis anteriores entradas he hecho mucho hincapié en la importancia de la música en el ámbito educativo y el de la salud. Son pilares fundamentales en la sociedad. Una vez habiendo expuesto dicha importancia, ahora es el turno de conocer en qué se basa la Educación Musical actualmente, y para eso es necesario hacer un breve recorrido por dichas corrientes, partiendo del siglo XX. El conocimiento de estas corrientes nos servirá de gran ayuda al llevar a cabo nuestra práctica educativa. En primer lugar, debemos atender a unos principios básicos:

El punto más importante, y que nunca debemos olvidar es que la Educación Musical no pretende la formación de artistas.

Todas las corrientes y técnicas pedagógico-musicales actuales se basan en los principios de libertad, actividad y creatividad, pues “la música se aprende haciendo música”. Con ello se pretende conseguir una educación integral en el alumnado.

La Educación Musical en los países occidentales, y sobre todo en los europeos, toma como puntos referenciales los principios básicos siguientes (Oriol y Parra):

  • La Educación Musical ha de tener un carácter progresivo, y debe acompañar al alumno a lo largo de su proceso evolutivo.
  • La Educación Musical ha de tener un carácter integral, porque no tiene como fin la formación de artistas.
  • No debe estar sometida a una calificación estricta.
  • Se atenderá en primer lugar a familiarizar al alumno con la realidad musical por vía experimental y participativa.
  • La Educación Musical que se lleve a cabo en la escuela debe abordar todos y cada uno de sus aspectos prácticos (canción, audición, instrumentación y movimiento).
  • La Educación Musical debe fomentar la colectividad.

Principales metodologías del siglo XX:

MÉTODO DALCROZE

Jaques-Dalcroze, pedagogo y compositor suizo, el cual nombramos en los dos post anteriores, observaba en sus alumnos un problema: el de no poder sentir el ritmo musical a pesar de leer la notación musical con destreza. Esto le llevó a plantearse la creación de una metodología basada en los movimientos rítmicos del cuerpo.

Su principio básico era: “el sentido rítmico es un sentido muscular”. Considera el cuerpo como un instrumento musical y apoya el desarrollo de la musicalidad, basándose en la “euritmia”; una educación por y para el ritmo. Por eso, las materias básicas de este método son la rítmica, el solfeo y la improvisación.


MÉTODO KODÁLY

Zoltan Kodály fue un compositor y musicólogo húngaro. El valor de Kodály se cifra fundamentalmente en su labor musicológica realizada en la doble vertiente de la investigación folclórica y de la pedagogía.
La práctica con un instrumento elemental de percusión y el sentido de la ejecución colectiva son los puntos principales en los que se asienta su método. Las características más importantes de esta metodología son las siguientes:

  • Utiliza como base el folclore de su país.
  • Usa fonemas o sílabas rítmicas.
  • Emplea la fononimia. Indicar con distintas posiciones dela mano y a distintas alturas respecto al cuerpo, los distintos sonidos que se van a cantar.
  • El elemento rítmico lo introduce a través de la canción.
  • Utiliza sílabas semejantes a las notas musicales (solfeo relativo).
  • Sólo lo únicamente artístico es válido para el niño.
  • Igualdad con el resto de las materias del currículo.

Por influencia de Kodály se crearon las primeras escuelas con Música, que no son más que escuelas normales en las que, además, se imparte música.


MÉTODO ORFF

Orff fue profesor de composición del Conservatorio de Múnich. El estudio profundo de la psicología infantil, unido al trinomio: palabra-música-movimiento, son las bases de su pedagogía.

Basa su metodología en la relación ritmo-lenguaje. Se inicia con el recitado de palabras, rimas, refranes, etc. No busca elaborar un sistema rígido, sino una serie de sugerencias que sirvan al maestro como orientación.

Orff considera la palabra como generadora del ritmo y su metodología se basa en el siguiente proceso; primero se trabajan los instrumentos corporales (pasos, palmas, pie, pitos, etc.) y posteriormente se abordarán los distintos elementos de percusión comprendidos en el denomidado “Instrumentarium Orff”, facilitando la improvisación y la creatividad.

Los esquemas rítmicos están formados de dos en dos y de cuatro en cuatro compases, con el fin de que vayan adquiriendo el sentido de la cuadratura.

El elemento rítmico es estudiado a través de las palabras monosílabas, bisílabas, trisílabas, haciendo coincidir un signo de duración a cada sílaba y teniendo en cuenta la acentuación de la misma.

Utiliza el “eco”, cánones melódicos y obstinato. Para el desarrollo de la improvisación utiliza la forma “rondó”, y en cuanto a la entonación, los mismos ejercicios del lenguaje sirven para introducir al alumno al mundo sonoro.

En lo referente al movimiento, se comienza por movimientos sencillos e improvisaciones, hasta crear pequeñas coreografías y danzas.


MÉTODO WILLEMS

Edgar Willems presenta un paralelismo entre la naturaleza humana y la música:

-Ritmo----Aspecto físico
-Melodía---Afectividad
-Armonía---Inteligencia

Willems propone una serie de fases fundamentales que deben trabajarse en la clase de música, en una duración de tres cuartos y una hora:

  1. Desarrollo sensorial auditivo.
  2. Desarrollo del instinto rítmico.
  3. Canciones elegidas pedagógicamente.
  4. Desarrollo del “tempo” y del “carácter” mediante marchas.

Considera que la Educación Musical ha de seguir las mismas leyes psicológicas que la educación del lenguaje. Las primeras clases están destinadas a despertar el amor por los sonidos y se ha de enseñar a escuchar los sonidos y a moverse al ritmo que les inspire la música. Han de aprender a escuchar algunos sonidos de la naturaleza.

El Método Willems se centra sobre todo en la educación musical básica, tomando como punto de partida la audición, puesto que ésta es la naturaleza de la misma música.

Bueno, pues hasta aquí la primera parte de las corrientes pedagógico-musicales del siglo XX. En el próximo post tendremos a Martenot, Ward, Elizalde, Suzuki, Montessori y Cheváis. Tendré que dividirlo en dos partes porque si no se haría demasiado largo, y es un tema de vital interés como para tratar a la ligera.

¡Muy buenas noches!  Un saludo

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