La palabra teatro viene del griego y
significa “lugar para contemplar”. Se trata de un arte que busca representar
historias frente a una audiencia, combinando actuación, discurso, gestos,
escenografía, música y sonido. Podemos decir que el teatro es uno de los
pilares culturales más importantes. Primero porque es algo muy antiguo, que no
hemos perdido a pesar del paso de los años y segundo porque posee un gran
número de espectadores.
Fijaos si es importante y valioso, que una de
sus variantes, la dramatización, puede ser utilizada como recurso educativo. Y,
además, no es un recurso cualquiera, es un recurso que desarrolla la expresión
en sus más variadas formas, potencia la creatividad, favorece la comunicación,
mejora las relaciones interpersonales y es capaz de desarrollar contenidos
actitudinales y procedimentales.
Se entiende por dramatización la conversión
en materia dramática de todo aquello que de por sí no lo es en su origen. El
drama en su concepto inicial significaba acción. Era un género opuesto a la
tragedia y a la comedia. Se puede decir que el drama responde a una de las
exigencias permanentes del teatro, representar una acción sin limitarla,
pasando a lo largo de la historia por distintos géneros.
Desde antiguo, el hombre se transformaba,
cambiaba de personalidad y le era permitido reproducir aquellas situaciones que
le producían placer. En el caso del arte, a partir del siglo XVII, psicólogos y
pedagogos ilustres como Juan Amos Commenius, John Locke y J.J. Rousseau,
hicieron notar que éste puede servir como un elemento educativo.
En la primera mitad del siglo XIX, empezó a
gestarse la verdadera Pedagogía del Arte con base en las ciencias de la
educación; se inicia la elaboración del programa partiendo del conocimiento del
alumnado. Aportaciones como las de Jean Piaget lo evidencian, al marcar que el
niño y la niña a través de la libre expresión, consigue apoderarse de su yo, de
lo que siente y piensa.
La dramatización proporciona al educador un
amplio espectro de interesantes posibilidades. Los niños y niñas juegan a
reproducir acciones con total espontaneidad, repartiendo papeles y creando un
espacio dramático sin saberlo, tienen gran facilidad para crear objetos,
personajes y situaciones.
En definitiva, el concepto escolar de
dramatización es dar una estructura teatral a algo que en un principio no la
tiene, utilizando técnicas teatrales pero con un objetivo lúdico o
pedagógico-didáctico sin tener en cuenta el resultado final.
La dramatización debe ejercitarse sin desligarla
del juego, de los ejercicios psicomotrices, de poesía, etc.; es decir, es un
recurso que se debe realizar en la escuela para desarrollar la creatividad y la
expresión.
Su práctica continuada va modelando
lentamente la sensibilidad y aporta nuevos conocimientos.
La dramatización como elemento de expresión, integra:
-La expresión lingüística, basada en las manifestaciones
que tienen como base la palabra.
-La expresión corporal, fundamentada en las
manifestaciones gestuales.
-La expresión plástica, que hace referencia a
las manifestaciones artísticas y técnicas de las posturas físicas del cuerpo.
-La expresión rítmico-musical, son aquellas manifestaciones
que emplean el movimiento y sonidos reglados. El empleo del ritmo y danzas son
expresiones artísticas ligadas al sonido y al movimiento.
Considerando estos distintos recursos
expresivos, podemos decir que existen infinidad de posibilidades educativas en
las que se pueda relacionar el juego dramático con los demás ámbitos.
Por último decir, que no debemos coartar la espontaneidad
que pueda surgir, sino por el contrario, potenciarla, partir de todo aquello
que motive y utilizar una metodología global, sin olvidar el aspecto lúdico de
toda actividad.
Os preguntaréis por qué he elegido este tema,
precisamente hoy. Pues como todo en la vida, tiene una explicación. Desde hace
varios años pertenezco a una Asociación Cultural, “Parnaso Teatro”, y hoy tres
de mis compañeros estrenan una obra nueva; “Arte” de Yasmina Reza. Llevan muchos
meses trabajando y seguro que hoy nos hacen pasar un rato estupendo. Es bonito ver como se disfruta contribuyendo cada día a
la cultura, cada uno a su manera y, sobre todo, sin esperar nada a cambio, sólo
crear un bonito “lugar para contemplar”.
que ondaaaa
ResponderEliminarperfecto, no sabes de cuánta ayuda me fue esta información.
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